El presidente de Estados Unidos ha manifestado preocupaciones respecto a las acciones de Pekín, acusando al gobierno chino de intentar imponer controles de exportación sobre productos relacionados con tierras raras. Estos minerales son esenciales para la fabricación de tecnología avanzada, y cualquier restricción podría tener un impacto significativo en la economía y la industria tecnológica a nivel global. La acusación se produce en medio de crecientes tensiones comerciales entre ambas potencias, mientras las políticas de exportación de China sobre estos recursos estratégicos generan incertidumbre en los mercados internacionales.
El presidente ha subrayado la importancia de asegurar un suministro estable y diversificado de tierras raras, destacando la necesidad de proteger las cadenas de suministro críticas para evitar interrupciones en sectores clave, como el de defensa y tecnología. La comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de esta situación, que podría alterar las dinámicas comerciales y retrasar el crecimiento económico global. La respuesta de Pekín aún está por determinarse, pero los analistas advierten sobre un posible recrudecimiento en las disputas comerciales que afectaría a otros sectores económicos.
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