La reciente ofensiva contra Lisa Cook, nominada por el expresidente Joe Biden para formar parte de la Reserva Federal, intensifica las tensiones entre la administración de Donald Trump y el actual liderazgo de la Fed. Esta presión se centra en la figura de Jerome Powell, presidente del organismo, a quien Trump acusa de mantener los tipos de interés más altos de lo deseado, afectando potencialmente el crecimiento económico. La nominación de Cook se ha convertido en un punto focal en este conflicto, con el objetivo de influir en las políticas monetarias de la entidad.
El expresidente Trump ha sido un crítico constante de Powell, argumentando que una reducción en los tipos de interés podría estimular la economía de manera más efectiva. En este contexto, la presión sobre Cook, vista como un factor clave dentro de la Fed, busca alinear las decisiones del organismo con las expectativas del sector financiero impulsado por la administración republicana. Esta situación refleja las tensiones políticas y económicas que persisten entre diferentes administraciones y plantea interrogantes sobre la independencia de la Reserva Federal en su toma de decisiones.
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