El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su compromiso con una de sus promesas de campaña más controversiales al anunciar, a través de un tuit nocturno, la imposición de aranceles a todos los productos provenientes de Canadá, México y China. Trump ha declarado que estos aranceles, que contemplan un aumento del 25% para Canadá y México y del 10% para China, se mantendrán en vigor mientras continúen llegando drogas ilegales y migrantes indocumentados a Estados Unidos. Trump ha criticado a China por no cumplir su promesa de imponer penas severas a los traficantes de drogas, al tiempo que acusa al país asiático de ser una fuente de fentanilo, un potente opiáceo que ha causado miles de muertes en EEUU.
Las reacciones de Canadá, México y China no se han hecho esperar. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha instado a la calma frente a la volatilidad en el tipo de cambio y ha prometido establecer un diálogo con Trump para abordar estas preocupaciones. Canadá ha subrayado la importancia de distinguir entre sus fronteras y las de México y ha advertido de una potencial recesión económica si se aplican estos aranceles. Por su parte, China ha respondido con un comunicado en el que señala que una guerra comercial no beneficiaría a ninguna de las partes. En Europa, líderes como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, han expresado su preocupación por el impacto de estas medidas y han llamado a la Unión Europea a considerar respuestas estratégicas para proteger su competitividad en el mercado global.
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