Estados Unidos ha intensificado su apuesta por el liderazgo en inteligencia artificial (IA) con un esfuerzo coordinado entre el gobierno y las principales empresas tecnológicas. El presidente Donald Trump anunció una inversión masiva de 92.000 millones de dólares durante una cumbre sobre innovación en Pittsburgh. Este movimiento busca revitalizar la infraestructura tecnológica y energética en Pensilvania, en colaboración con gigantes como Google, Blackstone y otras empresas del sector. La iniciativa no solo contempla la expansión de centros de datos, sino también el impulso de una infraestructura energética moderna y el desarrollo de programas de formación en IA.
En paralelo, las transacciones comerciales con China han retomado su curso con la reanudación de exportaciones del microchip H20 de Nvidia, después de haber enfrentado prohibiciones que costaron a la empresa 5.500 millones de dólares. Esta maniobra coincide con la expansión del uso de la IA por parte del gobierno estadounidense, respaldada por la contratación de compañías como OpenAI para potenciar sus capacidades en defensa. Además, xAI, de Elon Musk, ha lanzado un nuevo paquete de productos para el ámbito gubernamental, lo que subraya la creciente influencia de las empresas de tecnología en las políticas nacionales. La senadora Elizabeth Warren ha expresado su preocupación por estas alianzas, instando a mantener la competitividad en los contratos federales para IA.
Leer noticia completa en El Pais.