Donald Trump ha otorgado la medalla presidencial de la Libertad a Charlie Kirk, un activista conservador asesinado, en una ceremonia celebrada en la Casa Blanca. Este acto ocurre en un contexto de creciente retórica del presidente contra grupos de izquierda, a los que acusa de fomentar violencia y polarización. Durante el evento, el Departamento de Estado anunció la cancelación de visados para seis extranjeros que expresaron críticas hacia Kirk en redes sociales. Las personas afectadas son de Argentina, México, Alemania, Paraguay, Sudáfrica y Brasil, aunque no se precisó si estaban en suelo estadounidense ni el tipo de visado que tenían.
Personalidades políticas republicanas, incluidos medios afines, asistieron a la ceremonia, donde también estuvo presente Javier Milei, presidente argentino. Trump elogió a Kirk por su influencia en su trayectoria política y entregó la medalla a su esposa, describiéndolo como un «mártir de la libertad». Kirk fue asesinado durante un debate en Utah, hecho que conmocionó a los círculos conservadores y ha sido usado por Trump para justificar medidas contra organizaciones de izquierda radical. Sin embargo, especialistas señalan que estos grupos son pequeños y sin liderazgo definido. Trump ha minimizado la violencia de extrema derecha, a pesar de la falta de pruebas de coordinación en el asesinato de Kirk.
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