El presidente de Estados Unidos ha mantenido una reunión en Escocia con el primer ministro británico, Keir Starmer, en un encuentro que destaca por su relevancia diplomática en el contexto actual. Durante las conversaciones, el tema principal fue la crisis humanitaria en Gaza, un asunto que preocupa tanto a Londres como a Washington. El gobierno británico solicitó al presidente estadounidense que utilice su influencia para presionar a Israel a fin de levantar el bloqueo que impide la entrada de ayuda humanitaria y alimentos a la región. Esta medida, consideran, es urgente para aliviar el sufrimiento de la población civil y asegurar el flujo de asistencia básica.
La reunión entre ambos líderes también abordó otros temas de interés común, pero el enfoque sobre Gaza refleja una prioridad compartida por ambos países en cuanto a asuntos de política exterior y derechos humanos. El Reino Unido busca utilizar su relación especial con Estados Unidos para catalizar un cambio en la situación actual y facilitar un acceso humanitario más seguro. Esta cumbre entre los dos mandatarios subraya también la importancia de la cooperación internacional para resolver conflictos complejos y destaca el papel que ambos países desean desempeñar en la promoción de la paz y la estabilidad en la zona.
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