El Departamento de Estado de Estados Unidos ha implementado nuevas medidas que obligan a los extranjeros que deseen obtener un visado para estudiar en el país a hacer públicos todos sus perfiles en redes sociales. Este cambio forma parte de un esfuerzo por ampliar el protocolo de investigación de antecedentes, con el objetivo de garantizar que los solicitantes sean evaluados exhaustivamente. La iniciativa llega en un contexto de creciente presión sobre las universidades estadounidenses y los estudiantes internacionales, tras las recientes acusaciones de la Administración Trump sobre el antisemitismo en el ámbito académico.
Según el Departamento de Estado, un visado para estudiar en Estados Unidos es considerado un privilegio y no un derecho. La revisión de solicitudes abarcará aquellos visados de tipo F, M y J, que incluyen programas académicos tradicionales y intercambios culturales. Los solicitantes deben configurar la privacidad de sus redes sociales en modo público para facilitar esta verificación. La adjudicación de visados se presenta como una cuestión de seguridad nacional, buscando asegurarse de que los aplicantes no representen una amenaza para los intereses del país.
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