El magistrado Juan Merchán aclaró que el presidente electo no enfrentará encarcelamiento tras la lectura de su sentencia. La determinación calma las especulaciones sobre una posible detención que habían surgido en torno al caso. Merchán subrayó que la decisión fue tomada con base en la legislación vigente y con el objetivo de sentar precedentes claros sobre el tratamiento judicial de figuras políticas de alto perfil. Esta aclaración ha generado un alivio relativo en ciertos sectores, mientras que otros continúan criticando el manejo del caso por su carga política.
Por su parte, el expresidente Donald Trump no tardó en responder, calificando la decisión como un «ataque político ilegítimo». Trump enfatizó que las acciones judiciales en su contra forman parte de un esfuerzo coordinado por deslegitimar su figura y su reciente victoria electoral. Este señalamiento reaviva el debate sobre la judicialización de la política en Estados Unidos y los límites de las acciones judiciales frente a líderes electos. La comunidad política y jurídica está atenta a las repercusiones de estas declaraciones en el clima político del país, que ya se preveía tenso en el inicio del nuevo periodo presidencial.
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