El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado inesperadamente una pausa de 90 días en la aplicación de nuevos aranceles, estableciendo una base del 10% durante este período. Esta medida beneficiará temporalmente a naciones de la Unión Europea, mientras que los aranceles sobre productos chinos serán incrementados al 125% como represalia a las acciones de Pekín. Según Trump, la decisión responde a las solicitudes de más de 75 países que han buscado renegociar las medidas tarifarias. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que estas iniciativas forman parte de la estrategia del presidente y no una reacción directa a la reciente caída de las bolsas globales. Asimismo, Bessent subrayó la disposición de Estados Unidos para negociar con cualquier nación que desee entablar acuerdos comerciales favorables.
El impacto del anuncio de Trump fue inmediato en los mercados financieros, con Wall Street experimentando una jornada histórica. El índice Nasdaq se disparó un 12,16%, marcando su mejor desempeño desde 2001, mientras que el S&P500 y el Dow Jones también registraron incrementos significativos. Las acciones de empresas tecnológicas como Tesla, Nvidia y Apple lideraron el repunte. A pesar del alivio momentáneo en los mercados, la situación comercial sigue siendo tensa, con la Unión Europea preparando medidas arancelarias de respuesta y el secretario del Tesoro estadounidense confirmando la inclusión de Canadá y México en la base arancelaria del 10%, antes de que la Casa Blanca corrigiera dicha afirmación. En medio de este complejo panorama, Trump ha reiterado su disposición para dialogar, aunque sus recientes declaraciones avivan las incertidumbres en el escenario comercial internacional.
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