El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, evalúa la posibilidad de declarar una emergencia económica nacional como una táctica legal para elevar los aranceles sobre socios comerciales y rivales, con China como uno de los principales objetivos. Según un reciente informe de CNN, Trump consideraría recurrir a la Ley de Poderes de Emergencia Económica Internacional (IEEPA), una normativa que otorga al mandatario la autoridad para gestionar importaciones en situaciones de emergencia nacional.
La IEEPA se presenta como una herramienta clave para que Trump pueda estructurar un plan arancelario sin tener que establecer un vínculo directo entre estos impuestos y la seguridad nacional, según allegados al expresidente. En 2019, Trump ya había esbozado la posibilidad de aplicar un arancel progresivo a las importaciones mexicanas bajo esta ley, presionando con éxito al gobierno mexicano para que adoptara la política migratoria conocida como «Quédate en México».
Sin embargo, todavía no se ha há elaborado una decisión definitiva en cuanto a la implementación de esta estrategia. Kelly Ann Shaw, quien fue asesora comercial de Trump, subraya que la IEEPA es solo uno de los múltiples instrumentos legales disponibles para subir aranceles.
El equipo legal de Trump está analizando otras alternativas, incluidas la sección 338 de la ley comercial de EE. UU., que permite aranceles adicionales en caso de discriminación contra el comercio estadounidense, y la sección 301, previamente empleada para justificar gravámenes a importaciones chinas durante su primer mandato.
A lo largo del gobierno de Joe Biden, han persistido e incluso se han ampliado varios de los aranceles impuestos por Trump, como aquellos sobre vehículos eléctricos. Expertos en derecho aseguran que esto establece un fundamento jurídico que podría facilitar a Trump implementar ajustes o incrementos arancelarios si llegara a ocupar nuevamente la presidencia. Sin embargo, ciertas medidas, como las asociadas a la sección 301, demandan investigaciones gubernamentales, las cuales suelen enfrentar la resistencia de empresas afectadas.
La posibilidad de que Trump recurra a estas herramientas para establecer nuevas políticas arancelarias indica su intención de mantener una línea proteccionista, utilizando la presión sobre los socios comerciales estadounidenses como un recurso. Aunque este enfoque podría derivar en tensiones comerciales, también tiene el objetivo de consolidar su base política, especialmente en sectores industriales cruciales impactados por la competencia extranjera.