En su primer día como presidente de Estados Unidos, Donald Trump inició su mandato con la firma de una serie de órdenes ejecutivas tanto en un evento multitudinario como en el Despacho Oval. Durante una conferencia informal con periodistas, se generó confusión cuando Trump mencionó que el gasto militar de España es «muy bajo», sugiriendo posibles aranceles del 100%. Sin embargo, en un aparente desliz, el presidente incluyó erróneamente a España dentro del grupo BRICS, culpando a una posible confusión con Sudáfrica. Los BRICS, compuestos por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, han planteado una divisa global alternativa al dólar, algo que Estados Unidos rechaza firmemente.
Además, Trump reveló sus intenciones de imponer aranceles a México y Canadá si no refuerzan el control fronterizo. Aunque había prometido estas medidas para su primer día, ahora sostiene que podría implementarlas a partir del 1 de febrero. Estas amenazas arancelarias forman parte de su estrategia comercial y sirven como herramienta de presión diplomática. También, durante la misma sesión, Trump generó controversia al referirse erróneamente al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, como «gobernador». Asimismo, reiteró su interés por Groenlandia, mencionando la importancia geoestratégica de la región ante la creciente presencia naval rusa y china, y sugiriendo que Dinamarca podría estar dispuesta a negociar debido a los costos de su mantenimiento.
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