En sus primeros 100 días de regreso al poder, Donald Trump ha llevado a cabo una serie de acciones que han marcado un inicio turbulento y controvertido. Su Administración reivindica haber cumplido sus promesas de campaña con una mezcla de determinación y agresividad, especialmente en áreas como la inmigración, donde han implementado severas medidas de deportación. La política exterior de Trump ha dado un giro dramático al orden internacional, con una postura desafiante frente a antiguos aliados y un acercamiento hacia Rusia. Su enfoque interno ha sido igualmente polémico, ampliando el poder ejecutivo y enfrentándose a diversas instituciones y grupos sociales, provocando temores sobre la estabilidad democrática del país.
Aunque sus acciones han dividido a la opinión pública, la influencia de Trump en la política estadounidense es innegable, con su administración tomando decisiones por decreto y marginalizando al Congreso. A pesar de contar con el respaldo del Tribunal Supremo, los índices de aprobación del presidente se encuentran bajos, reflejando el descontento de parte de la población. Además, su manejo de la economía y las relaciones internacionales ha generado incertidumbre global. Los próximos 100 días podrían traer más conflictos legales y desafíos dentro y fuera del país, mientras la Administración se compromete a seguir implementando su controversial agenda.
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