La Casa Blanca ha reafirmado su posición restrictiva respecto a la exportación de chips de inteligencia artificial (IA) de última generación de NVIDIA a China. En declaraciones recientes, el presidente Donald Trump enfatizó que los modelos Blackwell “no se entregarán a otros países”, limitando su disponibilidad exclusivamente a empresas estadounidenses. Aunque mencionó la posibilidad de desarrollar versiones recortadas para ciertos mercados, no precisó cuándo ni cómo podrían implementarse dichas opciones.
Este anuncio endurece las medidas de control de exportaciones vigentes, manteniendo un bloqueo específico sobre China. Este endurecimiento se produce a pesar de las presiones de la industria tecnológica para flexibilizar la venta de versiones menos potentes tras las restricciones previas a las series A/H. La declaración de Trump llega poco después de que NVIDIA confirmara la distribución de más de 260,000 chips Blackwell a Corea del Sur, un movimiento que resalta una estrategia de priorizar a países aliados para fortalecer su infraestructura de IA.
La prohibición del acceso a los Blackwell de gama alta marca un límite claro para China y, según Trump, para otros países. Sin embargo, se está contemplando la posibilidad de desarrollar versiones ajustadas para mercados no estadounidenses. NVIDIA ya ha iniciado el diseño de alternativas como el modelo H20, aunque su aceptación comercial aún es incierta. Esta situación ha llevado a la empresa a considerar, en el pasado, el relanzamiento del modelo H20 para China, a pesar de enfrentar controles aduaneros adicionales por parte del país asiático.
Mientras tanto, Corea del Sur se beneficiará de la entrega de más de 260,000 unidades Blackwell, que se utilizarán para proyectos de gobierno y grandes conglomerados, fortaleciendo al país como un centro regional de IA.
Para NVIDIA, el bloqueo representa una oportunidad perdida de ingresos, especialmente considerando que cualquier reingreso al mercado chino implicaría un aumento significativo en la demanda. La empresa norteamericana ha redirigido su enfoque hacia mercados como Estados Unidos, Europa y Asia aliada en un esfuerzo por compensar la pérdida de negocio en China.
La situación también impulsa a China a acelerar el desarrollo de su propio silicio y optimizaciones de software, aunque a corto plazo continuará enfrentando desafíos en términos de costo y latencia en comparación con las naciones que sí tienen acceso a los modelos avanzados de NVIDIA.
A futuro, habrá que vigilar cómo el Departamento de Comercio de EE.UU. refina o implementa las nuevas restricciones, qué tipos de productos puede proponer NVIDIA para China y cómo Pekín responde a estos desarrollos. Además, el crecimiento de las capacidades locales chinas en silicio y software seguirá siendo un factor crucial en este complejo escenario geopolítico y tecnológico.
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