Meir Margalit, un israelí de origen argentino y defensor persistente de una paz duradera, se encuentra en el epicentro de las críticas al reciente acuerdo de alto el fuego acordado entre Israel y Hamás. A pesar de recibir la noticia con satisfacción por los rehenes que podrán retornar a casa, Margalit no puede evitar expresar su indignación ante el hecho de que un acuerdo similar podría haberse alcanzado meses antes, en mayo, salvando las vidas de miles de palestinos y cientos de israelíes. Margalit, un crítico acérrimo del enfoque bélico del gobierno israelí, sostiene que este retraso en las negociaciones representa una pérdida irreparable de vidas y una oportunidad desperdiciada para evitar un conflicto que, afirma, lleva en sus raíces casi un siglo de vigencia.
En una conversación con El Independiente, Margalit pone de relieve cómo el papel de Donald Trump pudo haber influido en el desenlace de este acuerdo, al haber presionado a Netanyahu para llegar a un compromiso. Margalit sospecha que la promesa de permitir la anexión de Cisjordania puede haber sido el incentivo clave para que Israel finalmente aceptara el alto el fuego, poniendo en duda las verdaderas intenciones detrás del acuerdo y manifestando su escepticismo sobre su durabilidad. Con una advertencia sobre el impacto del ‘bibismo’, o la cultura política infundida por Netanyahu, Margalit manifiesta su temor de que esta tregua no sea más que un respiro temporal hasta que las tensiones resurgan, impulsadas por aquellos en el gobierno israelí que no ven un beneficio en la paz duradera.
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