El gobierno de Corea del Sur ha logrado un importante avance legal que le permitirá operar una flota de drones militares avanzados. Esta decisión es crucial para nivelar el campo en la competencia militar con Corea del Norte, que ha mantenido una ventaja en tecnologías no tripuladas en la región de la península coreana. Con esta nueva autorización, Seúl busca fortalecer su capacidad de defensa y disuasión frente a las persistentes tensiones y amenazas provenientes del norte.
La medida ha sido bien recibida por analistas de seguridad, quienes destacan la importancia de equiparar capacidades en un contexto geopolítico altamente volátil. La introducción de drones en su arsenal permitirá a Corea del Sur realizar operaciones de reconocimiento y defensa con mayor eficacia, aumentando así su capacidad de respuesta ante cualquier amenaza potencial. Este desarrollo se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por modernizar y reforzar las fuerzas militares del país, en consonancia con las tendencias globales en defensa y seguridad.
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