Los precios del metal utilizado en la fabricación de viviendas, automóviles y otros bienes podrían experimentar un nuevo aumento, según expertos del sector. Este incremento se debe a una combinación de factores, incluyendo interrupciones en la cadena de suministro global y el creciente costo de la energía. Las industrias vinculadas a la construcción y la automoción advierten sobre el impacto que estos aumentos tendrán en los costos de producción y, por ende, en los precios finales para los consumidores.
La situación también se ve agravada por la creciente demanda de metales en países en desarrollo, que buscan expandir su infraestructura y capacidad industrial. Ante este escenario, analistas sugieren que las empresas busquen alternativas sostenibles y estrategias para mitigar el impacto económico. Sin embargo, las soluciones a corto plazo parecen limitadas, y se espera que los consumidores finales absorban parte de este incremento en costos.
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