En un esfuerzo por avanzar hacia la paz en el conflicto en Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que representantes de su país se reunirán con representantes rusos y ucranianos en los márgenes de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Este anuncio sigue a conversaciones telefónicas mantenidas por Trump con los líderes de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, respectivamente, para iniciar negociaciones encaminadas a un alto el fuego. La delegación estadounidense en Múnich estará liderada por el vicepresidente J.D. Vance, junto con los secretarios de Estado y de Defensa, Marco Rubio y Pete Hegseth, así como el general retirado Keith Kellogg. A pesar de estos esfuerzos, Zelenski ha expresado que no tiene intención de reunirse con emisarios rusos durante el encuentro en Alemania.
En cuanto a las preocupaciones sobre el desarrollo de las negociaciones, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha subrayado la necesidad de una «diplomacia valiente» para alcanzar una paz duradera. Sin embargo, existen temores entre los socios europeos de que un acuerdo podría beneficiar a Rusia en detrimento de Ucrania, preocupación que se intensificó después de que Hegseth considerara improbable que Ucrania recupere las fronteras de 2014. Trump, por su parte, ha declarado que confía en la intención de paz de Putin y ha asegurado que Ucrania tendrá un lugar en la mesa de negociaciones. En declaraciones adicionales, ha justificado el contacto inicial con Putin antes que con Zelenski, argumentando la necesidad de confirmar la disposición rusa para negociar. Por último, ha lamentado la expulsión de Rusia del G-7, sugiriendo que su permanencia podría haber evitado el conflicto.
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