El presidente de Estados Unidos ha señalado a un país extranjero como el principal responsable del tráfico de drogas y de la inmigración irregular hacia su nación. Durante una conferencia de prensa, afirmó que la falta de medidas efectivas por parte del gobierno de ese país ha contribuido significativamente a estos problemas. El mandatario hizo hincapié en la necesidad de que las autoridades de dicha nación fortalezcan sus políticas de seguridad y fronteras para frenar el flujo de actividades ilícitas y mejorar la cooperación internacional.
Esta declaración llega en un momento de crecientes tensiones diplomáticas, y podría complicar las relaciones bilaterales. Mientras tanto, expertos en política exterior han expresado preocupación por el enfoque del presidente, argumentando que una solución efectiva requeriría una estrategia más colaborativa. En respuesta a estos comentarios, el gobierno acusado ha emitido un comunicado rechazando las afirmaciones y defendiendo sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico y el control migratorio.
Leer noticia completa en El Mundo.