El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha solicitado al Departamento de Defensa que se prepare para una posible intervención militar en Nigeria, en respuesta a los «asesinatos» de cristianos en el país africano. A través de su red social, Truth, Trump enfatizó que estaría dispuesto a detener la ayuda a Nigeria si no se toman medidas efectivas para frenar la violencia. Asimismo, advirtió que cualquier acción militar sería rápida y contundente, en un intento por eliminar a los grupos terroristas islámicos responsables de las atrocidades. Estas declaraciones surgen tras incluir a Nigeria en una lista de países preocupantes por violaciones a la libertad de culto, junto a naciones como China y Rusia.
La postura beligerante de Trump contrasta con su retórica antiintervencionista inicial. Recientemente, ha desplegado una flotilla militar en el Caribe, amenazando con operaciones contra Venezuela y ha reactivado pruebas nucleares por primera vez desde 1992. Ante las amenazas, el presidente nigeriano, Bola Ahmed Tinubo, defendió los esfuerzos de su gobierno para combatir la intolerancia religiosa y promover la libertad de culto. La situación en Nigeria es compleja, con un historial de violencia intercomunitaria exacerbada por grupos radicales como Boko Haram, cuya mayoría de víctimas han sido musulmanas, según expertos. La posible intervención estadounidense aún carece de detalles concretos sobre su ejecución.
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