En un giro drástico en la política del Sáhara Occidental, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó un fallo que declara nulos los acuerdos agrícolas y pesqueros establecidos entre la UE y Marruecos, marcando una victoria histórica para el Frente Polisario. Este triunfo, fruto de más de una década de tenaz litigio liderado por Manuel Devers y su recientemente fallecido padre, Gilles Devers, representa un golpe sin precedentes para las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea. Mientras las instituciones comunitarias evalúan los daños y se esfuerzan por encontrar una vía para salvar el acuerdo de asociación, Marruecos ha exigido pruebas tangibles de compromiso por parte de Bruselas, lo que pone en jaque el equilibrio diplomático en la región.
Este veredicto, celebrado por Devers como un «terremoto jurídico», reconfigura la noción de autodeterminación del pueblo saharaui y abre la puerta para que el Frente Polisario cuestione cualquier futura iniciativa europea que afecte directamente al pueblo del Sáhara Occidental. Planteando un desafío sin precedentes a las políticas habituales, el tribunal ha dejado claro que cualquier pacto deberá contar con el consentimiento explícito de los saharauis. En el contexto político, esta decisión ha desencadenado reacciones en cadena, con líderes como Emmanuel Macron comprometiéndose a compensar económicamente a Marruecos. Mientras tanto, el Polisario se mantiene resuelto a llevar su batalla al ámbito político y diplomático, insistiendo en la necesidad de un diálogo directo con las autoridades europeas para evitar que el conflicto termine en un callejón sin salida jurídico y político.
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