En una jornada histórica, los franceses acudieron masivamente a las urnas, registrando una participación que no se veía desde 1986. La extrema derecha, liderada por Marine Le Pen y Jordan Bardella, obtuvo el 33% de los votos, superando al Nuevo Frente Popular de izquierdas con el 28,5%. Macron, cuyo partido Ensemble se ha desplomado a un tercer lugar con apenas 120 escaños, ha llamado a la unión de demócratas y republicanos para la segunda vuelta. La perspectiva de una mayoría absoluta de la Agrupación Nacional podría desencadenar una moción de censura, polarizando aún más el panorama político.
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