La Oficina de Accesibilidad del Ayuntamiento de Madrid, en colaboración con la entidad Plena Inclusión, se encuentra inmersa en un ambicioso proyecto: la adaptación de "Tristana", una obra cumbre de Benito Pérez Galdós, a un formato de Lectura Fácil. La publicación de esta versión está prevista para finales de año, y promete ser un hito en la accesibilidad cognitiva dentro del ámbito literario.
El inicio de la novela, con un léxico y estructura que pueden dificultar la comprensión incluso a lectores experimentados, plantea un reto significativo para su adaptación. "La primera vez que tuve conocimiento de tal personaje y pude observar su catadura militar de antiguo cuño, algo así como una reminiscencia pictórica de los tercios viejos de Flandes, dijéronme que se llamaba don Lope de Sosa…", dice el primer párrafo. Este tipo de lenguaje hace pensar en las barreras que enfrentan las personas con discapacidad cognitiva o dificultades de comprensión lectora.
Para este desafío, la Oficina de Accesibilidad confía en Plena Inclusión y su equipo de adaptadores, dinamizadores y validadores. Elena González, coordinadora de Programas de Accesibilidad Cognitiva, explica que el proceso de adaptación inicia con una profunda compresión del contexto histórico de la obra. “El objetivo es mantener la esencia del texto literario, conocer los giros del idioma y decidir qué personajes y elementos son esenciales para la trama”, señala González.
El primer borrador es sometido a la revisión de la Red Adapta, un servicio profesional de edición y adaptación que garantiza el cumplimiento de la normativa europea sobre textos de fácil lectura. Aquí, validadores y dinamizadores trabajan mano a mano, siendo los primeros personas con discapacidad intelectual que aseguran que el contenido sea verdaderamente accesible.
Dani Lucendo, técnico de apoyo en el centro ASPADIR, relata cómo los validadores enfrentan desafíos particulares con "Tristana", especialmente en la comprensión del contexto social del siglo XIX. No obstante, tanto él como los validadores, como Belén Baena y Víctor Pérez, destacan el disfrute y aprendizaje que obtienen del proceso. Pérez, con tres años de experiencia como validador, afirma que lo más gratificante es la labor colaborativa, mientras que Baena encuentra mayor satisfacción en la adaptación de textos literarios frente a otros más técnicos.
El trabajo de los validadores no solo es esencial, sino remunerado y profesionalizado, similar a otros pocos sectores accesibles a personas con discapacidad intelectual. Así, jornadas de dos o tres horas diarias aseguran un compromiso y calidad en la adaptación final.
El último paso antes de la publicación involucra la inclusión de imágenes, dibujos o pictogramas que refuercen la comprensión del texto, respetando la maquetación cuidadosa que caracteriza estos proyectos. La adaptación de “Tristana” será la quinta obra que la Oficina de Accesibilidad lanza en Lectura Fácil desde 2020.
Este esfuerzo se enmarca dentro de un compromiso mayor de la Dirección General de Accesibilidad por democratizar la lectura y la cultura, sumándose a obras previas como los "Episodios Nacionales" también de Galdós, "Cuentos de amor" de Emilia Pardo Bazán y "Cinco semanas en globo" de Julio Verne. Tristana se sumará a finales de 2024, consolidando un paso más hacia la accesibilidad universal y el derecho a la historia y la cultura para todos.
Fuente: Diario.Madrid.es