La muerte de la joven ciclista Muriel Furrer, de 18 años, ha conmocionado al mundo del ciclismo. Furrer sufrió un traumatismo craneoencefálico el jueves durante una caída en la prueba en ruta del Mundial de Ciclismo y Paraciclismo de Zurich, falleciendo al día siguiente. Pese al trágico suceso, la Unión Ciclista Internacional (UCI) decidió continuar con el Mundial. El presidente de la UCI, David Lappartient, afirmó que detener el campeonato no sería la mejor manera de recordar a Muriel, aunque reconoció que las circunstancias no podían seguir igual.
En honor a Furrer, se realizaron modificaciones en el evento, como la supresión de las pruebas paralelas y la suavización de las ceremonias de victoria. Se guardó un minuto de silencio antes de la salida de la carrera femenina, donde el equipo suizo, visiblemente afectado, encabezó la ceremonia. La belga Lotte Kopecki, quien revalidó el maillot arcoíris como campeona del mundo en ruta, dedicó su victoria a la fallecida ciclista suiza, expresando su más sentido pésame a los familiares de Muriel.
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