Un tribunal detuvo temporalmente el litigio sobre el impacto ambiental del centro de detención Alligator Alcatraz en los Everglades debido al cierre del Gobierno federal de EE.UU. La Corte de Apelaciones de Atlanta permitió esta pausa a petición del Departamento de Justicia, argumentando que el cierre ha dificultado el trabajo de sus abogados. La decisión deja en suspenso una demanda presentada por grupos medioambientalistas, quienes denunciaron que el centro, operado por el Estado de Florida, está afectando gravemente el ecosistema local, hogar de varias especies en peligro de extinción. Además, la tribu indígena Miccosukee ha añadido su voz a las protestas, ya que considera que el terreno tiene un valor cultural y ancestral.
A pesar de un fallo previo que ordenaba desmantelar el centro, el Gobierno de EE.UU. logró aplazar la acción al apelar la decisión, argumentando que la Ley Nacional de Política Ambiental no se aplica a los estados. Los demandantes sostienen que el Gobierno busca ganar tiempo con estas tácticas legales, manteniendo operaciones que, según ellos, dañan los Everglades. El centro, inaugurado rápidamente en julio bajo el auspicio del presidente Donald Trump, ha enfrentado múltiples denuncias por condiciones infrahumanas y violaciones de derechos. En respuesta, activistas planean protestas continuas, manifestando su firme determinación de cerrar definitivamente las instalaciones.
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