Con el regreso a la rutina tras las vacaciones, muchos trabajadores remotos enfrentan una realidad incómoda: el resurgimiento de molestias de espalda. Estas dolencias, comunes entre quienes desempeñan sus labores desde casa, suelen ser causadas por la falta de ergonomía en el entorno de trabajo y la repetición de ciertos movimientos. Como resultado, pueden surgir tensión muscular, dolor lumbar y rigidez cervical.
Para abordar este problema, Nara Seguros, una empresa especializada en seguros de salud, vida y ahorro, ha identificado tres medidas clave que pueden mejorar significativamente la salud de quienes trabajan en remoto.
La primera medida es la ergonomía del puesto de trabajo. Asegurarse de que la pantalla esté a la altura de los ojos, utilizar una silla regulable con apoyo lumbar, y mantener codos, mesa y pies bien alineados son acciones fundamentales para evitar tensiones innecesarias. Un teclado y ratón colocados a la distancia correcta también ayudan a mantener una postura adecuada, con la espalda recta y los pies planos en el suelo.
La organización del trabajo y la gestión del estrés son igualmente importantes. La carga mental y la falta de desconexión digital contribuyen a la tensión muscular. Planificar la jornada en bloques manejables, realizar pausas de respiración consciente y establecer horarios de desconexión promueven una reducción de la sobrecarga física y emocional.
Por último, mantener una rutina de actividad física y descanso es esencial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, combinando cardio con sesiones de fortalecimiento. Dormir entre siete y ocho horas regularmente es clave para la recuperación muscular y la prevención del dolor.
Desde Nara Seguros señalan: “Cuidar de la postura y del bienestar mental durante la jornada laboral es una inversión en salud a largo plazo. La clave no es solo la silla: es el conjunto —colocación de pantalla, pausas activas y una mínima rutina de fuerza—. Con intervención temprana podemos evitar que una simple molestia se convierta en dolor crónico”.