Nacido en Jerez en 1923, su vida se desarrolló en gran medida en la capital, donde forjó un personaje complejo y fascinante, repleto de aristas, anécdotas y contradicciones. A lo largo de su trayectoria, dejó una marca indeleble en quienes lo conocieron y en aquellos que estudiaron su vida. Su existencia fue una mezcla de momentos brillantes y otros más oscuros, que contribuyeron a conformar una personalidad única y enigmática que continúa capturando el interés de familiares, amigos y biógrafos.
A pesar de sus raíces jerezanas, su esencia se nutrió del dinamismo y la diversidad cultural de la ciudad que eligió como hogar. Las experiencias y relaciones que cultivó allí enriquecieron su legado, convirtiéndolo en un referente para muchos. Las luces y sombras que definieron sus años se reflejan en las memorias compartidas por quienes lo rodearon, quienes destacan tanto sus virtudes como sus contradicciones, manteniendo viva la memoria de un individuo que dejó una profunda huella en su entorno.
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