El reciente presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su escepticismo respecto a la sostenibilidad del alto el fuego pactado entre Israel y Hamás. En declaraciones realizadas desde el Despacho Oval, Trump enfatizó su desconfianza en la conclusión de las tres etapas del acuerdo, al mismo tiempo que describió a la organización islamista como «muy débil». Refiriéndose a Gaza, el mandatario no escatimó en comparaciones, describiéndola como un «enorme sitio de demolición» que requiere ser reconstruido de una manera diferente. En cuanto a su posible contribución a la reconstrucción del enclave palestino, Trump comentó de manera ambigua que “podría ser” posible.
Mientras tanto, el liderazgo israelí, encabezado por el primer ministro Benjamín Netanyahu, mantuvo una postura firme, felicitando a Trump por su investidura y manifestando su deseo de trabajar conjuntamente para lograr la liberación de los rehenes restantes y debilitar las capacidades de Hamás en Gaza. Netanyahu subrayó la importancia de estos objetivos para asegurar que Gaza no represente una amenaza futura para Israel, y advirtió que sin el cumplimiento de estos aspectos, la continuidad de la guerra en Gaza sería una opción viable. En paralelo, desde la Autoridad Nacional Palestina, el presidente Mahmud Abás también felicitó a Trump, manifestando la disposición de su gobierno para alcanzar la paz durante su mandato, generando expectativas de un renovado accionar diplomático en la región.
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