Unos pocos cientos de seguidores fervientes de Travis Scott recibieron una oportunidad única: asistir a un exclusivo concierto en un lugar emblemático, no de Barcelona, sino de Sant Adrià del Besòs. La antigua térmica de Las Tres Chimeneas se transformó en una majestuosa catedral para la ocasión, donde los asistentes, invitados especialmente por un algoritmo, vieron a la estrela estadounidense celebrar el lanzamiento de la nueva camiseta del Barça, diseñada en colaboración con la fundación Cactus Jack. Este evento, que evocó una misa secular en la que la música y la devoción se entrelazaron profundamente, ofreció un espectáculo gratuito con actividades interactivas como concursos de tiro y exposiciones de moda.
La actuación de Scott, aunque breve, fue impactante. Durante apenas 20 minutos, el rapero entregó una mezcla de éxitos y un tema nuevo, rodeado de fuego y un fervoroso público que lo recibía como a un dios moderno. La ambientación era un espectáculo en sí mismo: seguidores vestidos como aficionados enfervorizados desplegaban bengalas, mientras los asistentes VIP disfrutaban desde plataformas privilegiadas. La presencia de personalidades como Jules Koundé y Thierry Henry añadieron un toque mediático al evento, que quedó inmortalizado por influencers y asistentes a través de sus móviles. Sin embargo, la cobertura de prensa se vio restringida, reafirmando el exclusivo carácter del concierto. La noche concluyó con la esperanza de que la nueva camiseta traiga suerte al equipo en futuros desafíos deportivos.
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