El Hospital Universitario 12 de Octubre, uno de los centros sanitarios públicos más relevantes de la Comunidad de Madrid, ha llevado a cabo con éxito el traslado de un paciente pediátrico al recién inaugurado edificio de hospitalización. Se trata de un niño de tan solo 2 años de edad, que vivía una situación crítica al estar conectado a un pulmón artificial cuando se realizó la mudanza.
El pequeño había sido ingresado apenas 24 horas antes en el hospital madrileño, siendo trasladado desde la ciudad de Burgos. El viaje fue posible gracias a la intervención de un equipo de profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del hospital, quienes son considerados referentes nacionales en el manejo de la técnica conocida como ECMO, un sistema de oxigenación por membrana extracorpórea que funge como soporte vital en situaciones críticas.
El traslado forma parte de un proceso meticuloso diseñado para asegurar la estabilidad del paciente durante todo el procedimiento. El equipo médico realizó un trabajo impecable para garantizar que el joven recibiera la atención necesaria sin interrupciones, destacando así el compromiso y la preparación del personal hospitalario ante situaciones de tan alta complejidad.
El nuevo edificio de hospitalización, que forma parte de una amplia renovación de las instalaciones del 12 de Octubre, ofrece tecnología de última generación y espacios adecuados para atender las necesidades de los pacientes más delicados. Este traslado exitoso no solo subraya la importancia de contar con infraestructuras de vanguardia, sino que también resalta la capacidad y dedicación del equipo humano que opera en este centro de salud.
La exitosa mudanza del paciente pediátrico marca un hito en la historia del Hospital Universitario 12 de Octubre, y representa un avance significativo en el campo de la medicina crítica infantil en España. Situaciones como esta ponen de manifiesto la relevancia de contar con servicios especializados y profesionales altamente capacitados, más aún cuando se trata de salvaguardar la vida de los pacientes más jóvenes.