Durante un foro televisado organizado por Fox News, el expresidente estadounidense Donald Trump se ha autoproclamado como el «padre de la fecundación in vitro (FIV)», una declaración que ha levantado polémica ante el contexto actual de los derechos reproductivos en Estados Unidos. Este comentario se produce en un momento en que la fecundación in vitro se encuentra en el epicentro del debate tras la decisión del Tribunal Supremo de 2022 de revocar Roe contra Wade, eliminando así las protecciones federales al aborto. Trump afirmó que el Partido Republicano defiende la FIV, sugiriendo que están más comprometidos con este tratamiento que los demócratas. Este posicionamiento surge en respuesta a preocupaciones levantadas por recientes decisiones judiciales, como la del Tribunal Supremo de Alabama que ha caracterizado a los embriones congelados como niños, abriendo así la posibilidad de cargos de homicidio en caso de destrucción de embriones.
Las declaraciones de Trump han llamado la atención de figuras prominentes del Partido Demócrata, como la vicepresidenta Kamala Harris, quien ha criticado al expresidente en las redes sociales. Harris cuestionó la lógica detrás de las palabras de Trump, señalando que sus políticas han amenazado tanto el acceso al aborto como el futuro de la FIV. La crítica se centra en que las posturas y acciones de Trump, como la eliminación de Roe contra Wade, ya han complicado el acceso a tratamientos de fertilidad en varios estados, y el llamado Proyecto 2025 podría restringir aún más la FIV. Este enfrentamiento resalta la creciente polarización en torno a los derechos reproductivos en Estados Unidos, con implicaciones significativas para los tratamientos de fertilidad y los derechos de las mujeres.
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