La gran final del famoso programa «Grand Prix» se convirtió en un espectáculo lleno de emociones, donde Ramón García, su icónico presentador, dejó boquiabierto al público al compartir su sentir en los momentos culminantes del show. La noche, marcada por la nostalgia y el desenfreno, se tornó aún más emotiva con la clásica prueba «Los Súper Bolos», que siempre trae consigo momentos memorables. Bromeando mientras se resguardaba de posibles golpes, García dejó claro que la despedida iba más allá de lo habitual: «Se ha terminado ya, gracias a Dios», expresó, pero su tono cambió al sentarse en una colchoneta y confesar que «les voy a echar de menos».
Mientras el escenario se quedaba vacío, su reflexión resonó entre los espectadores, creando un ambiente de ternura que dejaba entrever lo que el programa significaba para todos. «Cuando ves todo este palquito de bolos vacío le da a uno un poco de ternura», añadió con melancolía. Con una promesa en el aire de que «Los Súper Bolos» y el «Grand Prix» regresarían en el futuro, García cautivó a la audiencia al enfatizar que el programa es «mucho más que un programa de televisión», convirtiéndose en un vínculo emocional con su público.
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