Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata a la presidencia de Estados Unidos, ha prometido continuar la construcción del muro fronterizo, marcando un notable giro respecto a su postura crítica anterior. Esta inconsistencia ha generado incertidumbre entre los votantes sobre su verdadera posición. Durante su etapa como senadora en California y en las primarias presidenciales de 2019, Harris se opuso vehementemente al muro propuesto por Trump. Sin embargo, para ganar apoyo electoral en estados clave como Colorado, Michigan, Wisconsin, Pensilvania y especialmente Arizona, Harris ha adoptado un discurso más duro sobre inmigración, comprometiéndose a invertir cientos de millones en el proyecto fronterizo. Este cambio se enmarca en una estrategia más amplia diseñada por su equipo, que incluye asesores del ex presidente Barack Obama, con el objetivo de atraer a votantes indecisos y reducir la ventaja que Trump mantiene en las encuestas.
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