A pesar de que la Ley para el Cambio Climático estableció que las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) debían estar operativas desde enero de 2024 en todas las ciudades españolas con más de 50,000 habitantes, muchas urbes aún no han implementado estas restricciones. En ciudades como Murcia y Las Palmas de Gran Canaria, la normativa está en proceso de tramitación interna, mientras que en otras como Valencia y Alicante, se han dado pasos iniciales, pero aún no se han establecido limitaciones efectivas para los vehículos contaminantes. Las autoridades locales enfrentan la presión del gobierno central y posibles sanciones por el incumplimiento de estos plazos regulatorios.
Por otro lado, ciudades como Madrid, Barcelona, y Sevilla ya cuentan con Zonas de Bajas Emisiones parcialmente operativas. En Madrid, se prevé que en 2026 se prohíba completamente el acceso a coches sin etiqueta ambiental, mientras que en Barcelona y Sevilla, las restricciones ya están activas, limitando la entrada de vehículos sin etiqueta durante días laborables. Málaga y Bilbao también han anunciado futuras restricciones más estrictas, que se implementarán a finales de 2025, reflejando un esfuerzo por mejorar la calidad del aire urbano y cumplir con los objetivos de sostenibilidad. La implementación y adaptación a estas medidas varía significativamente entre ciudades, afectando tanto a residentes como a visitantes.
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