El Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso crucial en su estrategia cultural al aprobar el contrato de suministro para la fabricación de elementos museográficos permanentes del Palacio de los Duques de Osuna, ubicado en el emblemático parque de El Capricho. Este contrato, que supone una inversión de 2,3 millones de euros, es parte del esfuerzo municipal por revitalizar el patrimonio histórico del distrito de Barajas y diversificar la oferta museística de la ciudad.
La vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, fue la encargada de anunciar esta decisión tras la última reunión de la Junta de Gobierno. Sanz destacó la importancia de esta inversión, señalando que permitirá completar la segunda fase de las obras de rehabilitación del palacio, iniciadas en octubre de 2023. Una vez concluidas, el inmueble abrirá al público, enriqueciendo así el atractivo cultural de El Capricho, conocido por sus jardines de estilo paisajista romántico.
Convertido en un nuevo espacio museístico, el Palacio de los Duques de Osuna rendirá homenaje a la IX duquesa de Osuna, Josefa Pimentel Téllez Girón, cuyo legado como mecenas e ilustrada será uno de los ejes de la exhibición. Los visitantes podrán encontrar explicaciones, objetos y documentos que narran la historia del palacio, sus personajes ilustres y las corrientes culturales que influyeron en su desarrollo.
Esta iniciativa forma parte de la estrategia más amplia del Ayuntamiento para enriquecer la red de museos de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos. Con la apertura de este centro, se ampliará también el abanico temático, abarcando desde las innovaciones artísticas y filosóficas de los siglos XVIII y XIX en España hasta la vida cotidiana de la nobleza y la transición hacia una sociedad liberal.
El Capricho, ya considerado un ‘museo’ al aire libre por sus paisajes cuidadosamente diseñados y su riqueza histórica, complementará su oferta para los visitantes con esta nueva atracción. Cada rincón del parque, desde la plaza de los Emperadores hasta el histórico Casino de Baile, alimenta el interés cultural de quienes se adentran en su entorno natural, el cual está accesible al público durante los fines de semana.
Con estas acciones, Madrid refuerza su compromiso con la preservación del patrimonio histórico, al mismo tiempo que impulsa nuevos focos de interés que enriquecen la experiencia cultural tanto de los madrileños como de los turistas que visitan la ciudad.
