El 29 de noviembre, el Informe de Seguridad Vial DEKRA 2024 se presentó, revelando importantes hallazgos sobre el papel crucial que juegan las infraestructuras, la ciberseguridad y la inteligencia artificial (IA) en la transformación de la movilidad. Este informe, elaborado con la aportación de 20 expertos internacionales, pone de manifiesto la necesidad apremiante de adaptar nuestras infraestructuras al avance vertiginoso de los vehículos y modos de transporte modernos.
Una de las alarmas que despierta el informe es el notable número de accidentes en bicicleta atribuidos a déficits en las infraestructuras, representando la mitad de estos incidentes. Además, se señala que un 80% de las muertes de motoristas en carreteras interurbanas son el resultado de colisiones con objetos, subrayando la urgencia de infraestructuras inclusivas y mejoradas. Estos espacios deben responder a las diversas necesidades de peatones, ciclistas, automovilistas y trabajadores de mensajería, mientras que también se optimizan para las tecnologías de conducción automatizada.
La ciberseguridad y la Inteligencia Artificial en el sector automovilístico también fueron aspectos destacados. Rubén Lirio, de DEKRA, hizo hincapié en la necesidad de que los vehículos autónomos estén equipados con capacidades para anticipar escenarios críticos. Además, planteó interrogantes éticas complejas en situaciones de posibles accidentes con múltiples implicados, desafío que estos sistemas automatizados podrían enfrentar.
Desde la Dirección General de Tráfico, Coral Estefanía Sevillano introdujo innovaciones de la plataforma DGT 3.0, que incluyen herramientas como la señal V16 y conos conectados. Estas tecnologías están diseñadas para mejorar la seguridad vial al alertar sobre potenciales situaciones de peligro. España, destacó Sevillano, está a la vanguardia en el establecimiento de un manual para la certificación de vehículos de movilidad personal.
En un ámbito relacionado pero en evolución, el teniente coronel Pedro Almagro de la Guardia Civil enfatizó la necesidad de que las fuerzas de seguridad se adelanten a las crecientes amenazas cibernéticas en automoción. Aunque actualmente no se consideran un riesgo inminente, con el avance de las tecnologías, se prevé que la prevención en este campo se convierta en una prioridad crítica en los próximos años.