La inteligencia artificial (IA) se encuentra en el umbral de una transformación significativa que promete redefinir múltiples aspectos de la vida cotidiana y el mundo laboral en 2025. Según datos proporcionados por el CEE Multi-Country News Center, los avanzados agentes de IA no solo incrementarán la productividad, sino que también tendrán la capacidad de operar de forma autónoma, optimizar los flujos de trabajo y permitir a las personas centrarse en tareas de mayor valor añadido.
Este progreso se soporta en los hitos alcanzados durante 2024, un año en el que herramientas como Microsoft Copilot se insertaron de manera eficiente en las rutinas diarias. La adopción de la IA generativa ha experimentado un impulso notable, pasando de un 55% en 2023 a un 75% en 2024. Esto ha permitido a las organizaciones obtener un retorno de inversión de 3,70 euros por cada euro gastado. Se proyecta que para 2030, la IA añadirá 2,7 billones de euros al Producto Interno Bruto europeo, dado que su implementación se acelera y las empresas comienzan a visualizar resultados tangibles en tan solo poco más de un año.
Leonid Polupan, Country Manager de Microsoft para Ucrania y los Países Bálticos, ha señalado que «2025 será un año de transformación revolucionaria». Los agentes de IA, gracias a capacidades mejoradas de memoria, razonamiento y multimodalidad, alterarán radicalmente procesos en todas las industrias. Polupan enfatiza también la necesidad de establecer límites para la autonomía de estos agentes, asegurando así un avance responsable e inclusivo, siempre bajo el control humano.
Entre las tendencias clave que marcarán el avance de la IA para 2025 se destacan seis áreas. En primer lugar, los modelos de IA serán más eficientes y específicos, adecuados para abordar problemas en campos como la ciencia, el derecho y la salud. En segundo lugar, los agentes autónomos revolucionarán los ambientes laborales al encargarse de tareas repetitivas y complejas, mejorando así la eficiencia. La IA también se convertirá en una compañera diaria, ayudando a priorizar tareas y mejorando la productividad personal.
Adicionalmente, la sostenibilidad se plantea como un elemento crucial, con esfuerzos dirigidos hacia una IA ecológica y responsable. Las organizaciones tendrán mayor control sobre cómo personalizar y regular las aplicaciones de esta tecnología, asegurando operaciones más seguras. Por último, la inteligencia artificial fomentará nuevos descubrimientos científicos, acelerando la investigación y la innovación en áreas críticas como la salud pública y el cambio climático.
En esta nueva era que se avizora, la sinergia entre los modelos de IA y los agentes inteligentes será fundamental. Este enlace no solo promoverá el desarrollo de modelos más adaptados a necesidades específicas, sino que también abrirá puertas a un abanico más amplio de innovación. Microsoft, a la vanguardia de esta transformación, sigue invirtiendo en investigación de IA y desarrollo de infraestructuras tecnológicas robustas. Priorizando la responsabilidad y la inclusión, la compañía busca garantizar que los avances de la IA tengan un impacto beneficioso y significativo para todos.