En un mundo cada vez más acelerado y caótico, el estrés y la ansiedad han encontrado un lugar permanente en nuestras vidas. Frente a esto, muchos buscan formas efectivas de aliviar la presión mental. Una estrategia novedosa, avalada por expertos en bienestar y psicología, es organizar el armario como un modo de despejar no solo el espacio físico, sino también la mente.
Recientes estudios han explorado la conexión entre el orden en el hogar y el bienestar mental. Se ha descubierto que dedicar tiempo a organizar el entorno inmediato puede servir como una poderosa forma de meditación activa. Clasificar prendas, deshacerse de lo que no se usa y reorganizar el espacio genera una sensación de control y logro.
Expertos sostienen que esta técnica, además de mejorar la apariencia del espacio, proporciona un enfoque tangible para canalizar la energía mental. La psicóloga Claudia Fernández afirma que “cuando nuestros entornos están desordenados, puede incrementar la sensación de caos en nuestras vidas. Al ordenar el armario, tomamos una acción concreta que puede traducirse en claridad mental”.
A su vez, esta actividad invita a la reflexión personal. Al seleccionar las prendas que realmente se utilizan y las que ya no representan quiénes somos, se inicia un proceso de autoconocimiento. Fernández añade: “Cada prenda tiene una historia y, al revisarlas, podemos confrontar nuestras decisiones pasadas y cómo han influido en nuestra identidad actual”.
Pese a su creciente popularidad, algunos críticos consideran que esta estrategia podría ser una solución temporal que desvía la atención de problemas más profundos. La clave, sostienen, está en equilibrar la organización del entorno con el trabajo interno necesario para abordar la raíz de la ansiedad y el estrés.
No obstante, para muchos, esta actividad es una forma gratificante de tener control sobre un aspecto de sus vidas, lo que potencia su bienestar general. Ya sea por gusto personal, necesidad o como método de autocuidado, ordenar el armario emerge como una tendencia que ofrece tanto un espacio más agradable como una mente más serena. Al final, en un mundo donde el desorden parece reinar, organizar un pequeño rincón de nuestra vida puede ser un primer paso hacia la calma y la claridad.
