Daniel Sancho, condenado a cadena perpetua en Tailandia por el asesinato premeditado del colombiano Edwin Arrieta, continúa su reclusión en la prisión de máxima seguridad de Surat Thani. A dos años de su detención en la isla de Phangan, Sancho ha expresado su esperanza de que su apelación logre mostrar «la verdad» detrás de su caso, argumentando que no debería ser juzgado únicamente por las apariencias. En su defensa, sostiene que Arrieta falleció durante un accidente en una pelea, lo que contradice la condena de asesinato premeditado emitida por un tribunal el 29 de agosto de 2022.
Mientras tanto, la defensa de Sancho ha presentado un recurso contra la sentencia, basándose en que la muerte fue un homicidio imprudente y no un asesinato intencionado. Juango Ospina, abogado de la familia Arrieta, ha revelado que el día de la sentencia, uno de los letrados de la defensa se mostró optimista, convencido de que el fiscal había mencionado un posible castigo de solo seis años, lo que sugería que la defensa esperaba un resultado favorable. Sin embargo, la severidad de la condena ha dejado a Sancho y su equipo legal en una lucha continua por revocar la decisión.
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