En Lisboa, el descarrilamiento de un popular funicular ha provocado 15 muertes y ha dejado 18 personas heridas, incluyendo a dos españoles. El accidente ocurrió cerca de la plaza de los Restauradores, uno de los puntos turísticos clave de la ciudad, por donde el ascensor transita frecuentemente lleno de turistas. Según el Instituto Nacional de Emergencia Médica de Portugal, cinco de los heridos se encuentran en estado grave, mientras que los afectados han sido trasladados a varios hospitales de la capital. Testigos presenciales describen cómo el funicular descendió sin control por la pronunciada cuesta, chocando brutalmente contra un edificio y dejándolo en un estado de destrucción total.
En respuesta, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro, Luís Montenegro, han expresado su pesar y anunciado investigaciones para esclarecer las causas del siniestro. La Policía Judicial ya está trabajando en la zona para determinar el origen del descarrilamiento. Por su parte, el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, declaró un día de luto oficial en la ciudad, además de tres días específicos para la capital. La empresa encargada del mantenimiento del funicular asegura que se han cumplido todos los protocolos de mantenimiento, pero abrió una investigación interna para verificar las causas del accidente. Este suceso recuerda incidentes anteriores relacionados con problemas de mantenimiento, ya que en 2018 se registró otro fallo sin víctimas.
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