Austria se encuentra en estado de conmoción tras un trágico tiroteo en un instituto de Graz, donde un joven de 21 años acabó con la vida de 10 personas antes de suicidarse. El ataque, perpetrado por un exalumno del centro, ha dejado al país en busca de respuestas sobre cómo pudo acceder a las armas y qué motivaciones había detrás de su acción. Las autoridades han declarado tres días de luto en Estiria, mientras los ciudadanos se congregan en vigilia frente al instituto, mostrando su solidaridad. Las investigaciones iniciales revelan que el agresor, con licencia legal de armas y sin antecedentes, podría haber sido víctima de acoso escolar.
El incidente ha abierto un fuerte debate sobre la regulación armamentística en Austria, un país con un elevado índice de posesión de armas. El ataque, considerado el más grave en la historia reciente del país, ha sacudido la percepción de seguridad en una nación que se considera tranquila. La intervención rápida de las fuerzas especiales evitó una tragedia mayor, pero las preguntas persisten sobre el origen de las armas y las medidas de seguridad en el instituto. Mientras tanto, líderes políticos abogan por la unidad y la reflexión en estos momentos oscuros, conscientes de que el suceso ha dejado una profunda cicatriz en la sociedad austríaca.
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