El peor incendio forestal del año en Grecia ha dejado una víctima mortal y numerosos heridos en Vrilisia, al norte de Atenas. El fuego, iniciado el domingo en Varnava, ha destruido más de 10.000 hectáreas y 100 viviendas, forzando la evacuación de unas 50.000 personas. Pese a que los bomberos han reducido la intensidad de las llamas con la ayuda de vientos más leves y apoyo internacional, las autoridades mantienen el país en alerta ante la previsión de nuevos vientos y temperaturas de hasta 40 grados. El Gobierno ha ofrecido ayuda económica a los afectados y defiende su gestión ante las críticas opositoras. Este incendio, que ha alcanzado áreas urbanas, enfatiza la vulnerabilidad creciente durante los veranos griegos.
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