La violencia en la Franja de Gaza sigue cobrándose vidas, esta vez en un ataque que dejó 15 palestinos muertos, incluidos nueve niños y cuatro mujeres, en la ciudad de Deir al Balah. Las víctimas estaban en una fila esperando recibir asistencia alimentaria cuando se produjo una explosión. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, condenó el incidente y expresó profunda indignación, resaltando el sufrimiento de las madres que buscan desesperadamente ayuda para sus hijos.
Entre las impactantes historias que surgen de la tragedia está la de Donia, quien perdió a su hijo Mohammed, de un año, justo después de que pronunciara sus primeras palabras. Ahora, Donia está gravemente herida en un hospital, aferrada a un pequeño zapato de su hijo, símbolo del futuro truncado.
El ataque, que también hirió a 30 personas, incluidas 19 niños, pone de relieve la crisis humanitaria en Gaza. Russell enfatizó que los ataques a civiles en busca de ayuda son inadmisibles y pidió a las partes en conflicto que protejan a la población civil.
El creciente riesgo de inanición en los niños palestinos es alarmante, con cada vez más casos de desnutrición reportados. UNICEF demanda una reanudación urgente de la ayuda humanitaria para prevenir un colapso mayor. La organización también instó a Israel a revisar sus intervenciones y a investigar las violaciones de derechos.
La situación humanitaria se agrava cada día más, con decenas de muertes recientes, incluido personal médico que, a pesar de las carencias, intenta atender emergencias. Los informes señalan que más de 1,500 trabajadores de salud han fallecido desde octubre de 2023.
A pesar de la llegada de once camiones con suministros médicos según informó la OMS, las necesidades del pueblo palestino son enormes y urgentes. La falta de acceso a agua y productos de limpieza aumenta el riesgo de enfermedades, especialmente en el norte de Gaza, donde varios pozos han dejado de funcionar ante la escasez de combustible.
La comunidad internacional observa con preocupación mientras Gaza enfrenta una crisis persistente que exige respuestas inmediatas y efectivas para evitar un sufrimiento aún mayor.