Más de 2.000 bomberos y militares se encuentran desplegados en el sureste de Francia para controlar el mayor incendio registrado en el país desde 1949, que afecta al departamento de Aude, cerca de la frontera con España. En tan solo 24 horas, las llamas han devastado más de 16.000 hectáreas en 15 municipios desde su origen en Ribaute el martes. El siniestro, avivado por rachas de viento, ha causado la muerte de una mujer de 65 años y ha dejado a 13 personas heridas. La autopista A9, que conecta Francia con España, fue cerrada temporalmente, y las condiciones meteorológicas adversas complican las labores de extinción. El gobierno ha desplegado un significativo operativo aéreo y terrestre, con más de 2.000 bomberos, aviones y helicópteros.
El presidente Emmanuel Macron ha afirmado que todos los recursos nacionales están movilizados, mientras que el ministro del Interior, Bruno Retailleau, y el primer ministro, François Bayrou, visitaron el área afectada. La subprefecta de Narbona, Lucie Roesch, comparó el área arrasada con la ciudad de París, mientras que la fiscalía de Carcasona ha iniciado una investigación. Del lado español, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha ofrecido apoyo a Francia. El municipio de Jonquières, uno de los más afectados, ha ordenado la evacuación de sus 50 residentes. La región de Aude y otras nueve del sur del país están en alerta por incendios debido a las condiciones extremas de calor y sequedad.
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