En la reciente edición del Kumbh Mela, una de las congregaciones religiosas más grandes del mundo, se estima que más de 100 millones de personas se reunieron a orillas del río Ganges para participar en los rituales de baño purificadores. Este evento, que se celebra cada 12 años en uno de los cuatro lugares sagrados designados en la India, atrae a devotos de todas partes del país y del mundo, quienes creen que el baño en las aguas sagradas durante el Kumbh Mela les liberará de sus pecados y los acercará a la salvación. A pesar de la multitud, las autoridades locales implementaron rigurosas medidas de seguridad y logística para controlar a las masas y facilitar el flujo de personas, garantizando una celebración lo más ordenada y segura posible.
El impacto cultural y económico del Kumbh Mela es significativo, no solo por la devoción que inspira, sino también por el impulso turístico que genera. Comerciantes, artistas y peregrinos temporales llenan las áreas circundantes, creando un efervescente microcosmos que refleja la diversidad y riqueza cultural de la India. Sin embargo, el evento también plantea retos considerables en términos de sostenibilidad y gestión de recursos, como el agua, la basura y el cuidado del medio ambiente. Las autoridades han trabajado arduamente en campañas de concienciación y en la implementación de infraestructuras temporales para minimizar el impacto negativo, buscando un equilibrio entre la tradición ancestral y las necesidades contemporáneas de conservación ambiental.
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