El enfrentamiento entre el Barcelona y Osasuna, correspondiente a la jornada 27 de La Liga, fue suspendido tras el sorpresivo fallecimiento de Carlos Miñarro, miembro del equipo médico del club azulgrana. El triste anuncio se conoció poco antes del inicio programado del partido en el Estadio Olímpico de Montjuïc. Miñarro, segundo de Ricard Pruna en los servicios médicos, murió súbitamente en el Hotel Melina Gran Meliá mientras el equipo estaba concentrado. Su inesperada ausencia en la merienda previa no levantó sospechas hasta que el presidente del Barça, Joan Laporta, informó a la plantilla sobre el deceso una hora antes del partido, lo que llevó a los capitanes a solicitar el aplazamiento del encuentro. Ante el dolor y la conmoción general, Laporta se comunicó de inmediato con la Liga y recibió apoyo tanto de su presidente, Javier Tebas, como de Osasuna, para suspender el partido.
El club Osasuna, encabezado por su presidente Luis Sabalza, mostró comprensión y empatía hacia la situación, uniéndose al dolor del Barcelona. Con el respaldo de LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol, se confirmó el aplazamiento del encuentro en un gesto solidario ante la pérdida de Miñarro, cuyo paso por el Barça había comenzado esta temporada tras años dedicados a la medicina deportiva en otras entidades. Compañeros de equipo, capitanes y rivales, como el Real Madrid, expresaron públicamente sus condolencias a la familia de Miñarro y al club, resaltando su legado en el deporte como un gran profesional y amigo querido por muchos. Las manifestaciones de dolor y afecto inundaron las redes sociales, reflejando la profunda conexión de Miñarro con el mundo del fútbol y su impacto en quienes lo conocieron.
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