Las redadas de ICE en Camarillo, California, han generado un fuerte impacto local, dejando un saldo de al menos 200 detenidos en el marco de operaciones en granjas de cannabis, incluida Glass House Farms. En un trágico incidente, un trabajador cayó desde más de nueve metros de altura, resultando en su muerte. Durante las redadas del jueves, el uso de gases lacrimógenos por parte de los agentes federales causó heridas a 14 personas. El sindicato de trabajadores agrícolas ha denunciado la operación como «violenta y cruel», alegando que interrumpe la cadena alimentaria, amenaza vidas y desintegra familias. Las tensiones se avivaron cuando el responsable de Fronteras y Aduanas, Rodney Scott, anunció haber encontrado a 10 menores en situación irregular, lo que ha intensificado el escrutinio sobre la operación.
La ciudad de Camarillo se convirtió en el epicentro de las protestas, con alrededor de 500 personas manifestándose contra el operativo. Entre los detenidos se contaron incluso ciudadanos estadounidenses, quienes fueron retenidos por horas y, supuestamente, obligados a borrar pruebas de la redada de sus dispositivos móviles. La situación también provocó un tenso intercambio de declaraciones entre el gobernador Gavin Newsom y las autoridades federales. La comunidad local mostró su indignación, con numerosos testimonios de familiares buscando a sus seres queridos detenidos. Mientras el Departamento de Estado insiste en que sus agentes están “haciendo cumplir la ley”, el fiscal federal Bill Essayli advirtió sobre detenciones y cargos federales para quienes interfieran con la operación, generando aún más controversia en una comunidad ya fracturada por las acciones del ICE.
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