En el juicio por el asesinato de Samuel Juárez, los padres del novio han desmentido las acusaciones de que los invitados a la boda llevaban armas y amenazaron al acusado, quien presuntamente cometió el crimen. Durante su testimonio en el tribunal de Madrid, afirmaron que la boda transcurrió con normalidad y que no hubo presencia de armas ni comportamientos intimidantes por parte de los asistentes. Este testimonio contrasta con la versión de la defensa, que alega que el acusado actuó en defensa propia tras sentirse amenazado por los invitados.
La investigación del caso ha sido marcada por discrepancias en las declaraciones de los testigos, lo que ha complicado el desarrollo del proceso judicial. La defensa sostiene que el ambiente hostil y las amenazas propiciaron los hechos de violencia, mientras que la Fiscalía insiste en que el acusado premeditó el asesinato. Las declaraciones de los padres del novio añaden una nueva capa de complejidad a un juicio que ha capturado la atención pública y que podría tener implicaciones significativas para todas las partes involucradas.
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