El Ayuntamiento de Torrox, en Málaga, ha implementado multas de hasta 300 euros para aquellos que reserven lugares en la playa con sombrillas y otros accesorios y no aparezcan hasta horas después. Según el alcalde, Óscar Medina, esta medida busca evitar que algunas personas «se aprovechen» y ocupen la primera línea de playa sin estar presentes, perjudicando a familias y demás visitantes. La Policía Local ha retirado cerca de 300 objetos y patrullan desde muy temprano para detectar estos casos, dejando los enseres en dependencias municipales para su reclamación, previo pago de una multa inicial de 30 euros. Aunque algunos turistas consideran la medida excesiva, la mayoría de los residentes la apoyan, argumentando que protege el espacio público para todos.
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