En el contexto de las recientes acusaciones que se ciernen sobre su figura, el ministro y ex presidente de Canarias ha salido al frente para defender su reputación, rechazando categóricamente las afirmaciones que lo vinculan como un «nexo corruptor» en una supuesta trama ilegal. Durante una rueda de prensa celebrada este martes, el político enfatizó que dichas alegaciones son meramente «calumnias» y exigió que se presenten pruebas contundentes que sustenten los señalamientos en su contra. Este alboroto se produce en un escenario donde la opinión pública y los partidos de oposición piden que se aclare la situación, lo que incrementa la presión sobre el acusado para que aporte claridad a la controversia.
El ministro insistió en que las acusaciones carecen de fundamento y parecen formar parte de un intento coordinado de desacreditar su carrera política. En su alocución, no sólo desmintió las imputaciones sino que también hizo un llamado a preservar la presunción de inocencia y a confiar en que las investigaciones pertinentes arrojarán luz sobre los verdaderos responsables. Este caso, que ha captado la atención mediática, plantea importantes interrogantes sobre las dinámicas de poder en la región, mientras se espera que las autoridades judiciales efectúen su labor con imparcialidad y transparencia. La situación sigue en desarrollo y se anticipa que el político continúe defendiendo su nombre con vehemencia.
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