En un reciente episodio de tensión durante la feria de Santander, la relación entre dos de las figuras más destacadas de la tauromaquia actual, Morante de la Puebla y Roca Rey, fue puesta a prueba. El incidente comenzó cuando Roca Rey rechazó cortésmente la idea de que Morante sustituyera a Cayetano en el cartel del 26 de julio, lo que evidenció un trasfondo de rivalidad entre ambos toreros. Posteriormente, durante una corrida en El Puerto de Santa María, un quite de Roca en un toro de Morante desató un rifirrafe, culminando con la famosa frase del peruano: “maestro, fúmate un purito despacito”. Pese a la tensión, ambos se dieron la mano, sugiriendo una posible reconciliación que aún queda pendiente.
La rivalidad entre estos dos titanes del toreo ofrece una nueva vitalidad al mundo de la tauromaquia. Roca Rey, conocido por su valentía y habilidad para llenar plazas, contrasta con el estilo artístico e inspirador de Morante. Aunque diferentes en estilo y público, su competencia atrae el interés de aficionados y detractores por igual, aumentando la expectación en cada evento donde coinciden. Este dinámico contraste proporciona no solo espectáculo sino también una rica fuente de debate que revitaliza la conversación en torno a la fiesta de los toros, demostrando la salud y pasión que aún persisten en esta tradición.
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